Este tipo de daga fue utilizada por los mercenarios Suizos, diseñada por el armero suizo Hans Holbein, basándose en la daga Basler. A mediados del siglo XVI, la daga Holbein era un arma ornamental de prestigio, decorada con metales preciosos y escenas de la Biblia, figuras de la antigüedad clásica o de la historia de Suiza, quedan muy pocos ejemplares originales en la actualidad.
Los mercenarios suizos eran soldados que destacaban por su servicio en ejércitos extranjeros, especialmente en los de los reyes de Francia, a través de la Edad Moderna europea, desde la baja Edad Media hasta la época de la Ilustración.
Sus servicios como mercenarios tuvieron su apogeo durante el Renacimiento, cuando sus probadas capacidades de combate los hicieron las tropas mercenarias más solicitadas del mundo. Su forma de guerrear recuperó los antiguos esquemas clásicos y provocó importantes cambios en las tácticas militares y la organización de los ejércitos.