El florete es un arma de estoque porque el tocado sólo se puede dar con la punta. El blanco válido es únicamente el tronco del deportista, por eso su cazoleta es pequeña, debido a que la mano no es un blanco válido y no es necesario protegerla.
Su mayor auge fue durante el siglo XVII como arma de entrenamiento para combate con espadas ligeras. Es un arma de convención, por lo que los tocados dobles no son válidos, siendo el tocado para quien haya iniciado el ataque primero.
Te presentamos estos dos floretes coloniales, uno con acabado niquelado y el otro con acabado rústico. Ambos fabricados en Toledo con certificado de calidad y origen, por J.L. Rubio.