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Espada montante: la gran espada ibérica entre destreza y poder

¿Qué imagen te viene a la mente al pensar en una espada que mide casi dos metros y se mueve con la precisión de un bailarín? La espada montante fue exactamente ese límite entre fuerza bruta y técnica afinada: una arma de dos manos propia de la tradición ibérica que dominó campos de batalla, calles y escuelas de esgrima desde la Baja Edad Media hasta el Renacimiento. En este artículo aprenderás su historia, sus características técnicas, cómo se manejaba en combate y por qué su legado aún inspira a practicantes y coleccionistas.

espadas montantes

Cronología: hitos que marcan la evolución del montante

Época Evento
Baja Edad Media (Siglos XI – XV)
Siglo XI (o antes) La caballería medieval adopta el montante como parte de su arsenal.
Siglo XIV El término «montante» aparece registrado en textos escritos.
1350–1550 El montante se identifica como un tipo de espada europea usada entre la Baja Edad Media y el Renacimiento.
A partir del Siglo XIV Es posible documentar la presencia de maestros reales de esgrima en la Península Ibérica.
Principios del Siglo XV Registros de exámenes de maestros de esgrima que destacan la espada de dos manos.
1414 Un maestro dedicado a la esgrima con espada de dos manos está presente en la corte del Rey de Navarra.
1474 Pedro de la Torre y Jaime Pons trataron la espada de dos manos en obras que posteriormente se perdieron.
Finales del Siglo XV (en adelante) El montante se consolida como una variante ibérica de la espada larga que se pone de moda desde finales del XV.
Edad Moderna Temprana (Siglo XVI)
Siglo XVI (general) El término montante se emplea específicamente para esta espada; su uso es generalizado durante el siglo.
1509 Pietro Monte, en su Collectanea, afirma que el juego de armas cortas deriva de la espada de dos manos.
1532 Francisco Román, maestro de armas de Carlos I, publica un tratado que considera al montante como arma fundamental de la esgrima.
1537 El platero barcelonés Antonio de Valdes realiza una obra maestra de guarnición (no un montante), vinculada al mundo de las espadas.
Mediados del Siglo XVI (1556) Documentación de IOANES DE AGIRE, espadero vasco que marcaba hojas de montante en Zaragoza.
1560 Demostraciones de esgrima con montantes en los festejos de la entrada de la reina en Toledo.
1563 Siete reglas simples para el manejo del montante anotadas al margen de un tratado de teología (De Locis Theologicis).
Periodo 1550–1600 Identificación de un montante germánico (bidenhänder) con hoja flamígera, típico de los lansquenetes alemanes al servicio hispánico.
Finales del Siglo XVI (hacia 1582) Publicación de la Filosofía de las Armas de Jerónimo de Carranza (1582), fundadora de la escuela de la Verdadera Destreza. A partir de entonces el montante tiende a quedar subordinado a la espada sola en los sistemas formales de esgrima, aunque la Esgrima Antigua perdura.
Siglo XVI (uso militar) Los lansquenetes y otras unidades emplean montantes para romper formaciones y crear desorden en el combate.
Finales del Siglo XVI El uso militar del montante se reduce y pasa a desempeñar principalmente funciones de protección civil y control de disturbios.
Siglo XVII
Principios del Siglo XVII La proliferación de armas de fuego conduce al montante hacia tareas representativas: policía militar, guardias, ceremonia y escolta de banderas y pendones.
1651 (10 de mayo) Diogo Gomes de Figueyredo escribe el Memorial de la Práctica del Montante, el manuscrito más completo conocido sobre el uso ibérico de la espada de dos manos.
Mediados del Siglo XVII Documentación de espadas con guarnición tipo taza fabricadas en Zaragoza; ejemplo conocido: espada de Miguel Anglada, fechada en 1658.
Siglo XVII (léxico) Comienza a aparecer el término espadón, usado tanto para espadas grandes como en sentido hiperbólico o para referirse a hombres de alta jerarquía.
Siglos XVIII y XIX
Hasta el Siglo XIX El término «montante» continúa presente en la literatura y en la jerga de expertos en armas.
Siglo XIX Uso generalizado del término montante; también se generalizan los términos mandoble y espadón para referirse a espadas grandes.
Hasta mediados del Siglo XIX La escuela de la Verdadera Destreza, que considera al montante arma secundaria, perdura en la tradición formativa.
Uso moderno y estudio contemporáneo
1956 El término mandoble es recogido en el diccionario como forma coloquial para una espada grande.
Actualidad El montante es objeto de estudio por aficionados y practicantes de la esgrima antigua, incluida en las artes marciales occidentales.
2023 Pablo Moya publica una monografía sobre la espada de dos manos y el montante, centrada en el panorama ibérico de comienzos de la Edad Moderna.

Qué es la espada montante: definición y contexto

La espada montante es una gran espada de dos manos característica de la península ibérica, usada desde la Baja Edad Media hasta el Renacimiento. Aunque se la compara al zweihänder alemán, el montante desarrolló un lenguaje técnico y estético propio: longitudes que podían rondar 1,60–1,85 m, una empuñadura amplia para agarre a dos manos y una hoja de doble filo pensada sobre todo para cortar.Espada Montante Renacentista

Características técnicas: cómo combina tamaño y maniobrabilidad

  • Longitud: 1,50–2,00 m (las más habituales 1,60–1,85 m).

  • Peso: sorprendentemente ligero para su tamaño; habitualmente 1–2,5 kg, lo que permitía una esgrima ágil.

  • Hoja: doble filo, mayoritariamente recta; en algunos ejemplares germánicos asociados a lansquenetes aparecen hojas flamígeras.

  • Empuñadura y pomo: empuñadura larga (un tercio o más de la longitud de la hoja) y pomo pesado que actúa como contrapeso para un equilibrio óptimo.

  • Gavilanes: inicialmente rectos, evolucionaron a formas curvadas para mejorar protección y control.

Espadón montante Renacentista

Uso táctico: en el campo de batalla y más allá

El montante no era solo un objeto de exhibición: su función militar fue práctica y variada. En formaciones, servía para romper picas y desorganizar filas, facilitando la carga de la caballería o el avance de tropas. Fuera del campo de batalla, su tamaño lo convirtió en arma de control de multitudes y en símbolo de autoridad entre los maestros de armas.

Funciones destacadas

  • Ruptura de formaciones: golpes dirigidos a extremar el desorden entre piqueros y bloquear defensas.

  • Defensa personal en espacios reducidos: cortes amplios y movimientos circulares para negar el área al enemigo.

  • Uso ceremonial y de orden público: desde escoltas hasta la autoridad del maestro de armas.

La técnica del montante: filosofía y movimientos

La esgrima del montante es una práctica enfocada en el control del espacio mediante cortes amplios, giros corporales y ritmo constante. No buscaba tanto la estocada precisa como la negación del área alrededor del combatiente. La escuela ibérica privilegiaba la agilidad, evitando ataduras prolongadas con la hoja rival para no quedar expuesto a ataques múltiples.

Principios operativos

  • Golpes circulares: tajo y revés para barrer el frente.

  • Movimiento continuo: girar el cuerpo para acompañar la inercia del arma.

  • Economía del combate: encadenar reglas simples como proponen las tradicionales «siete reglas» y los tratados posteriores.

Montante vs Zweihänder: comparación práctica

Característica Montante (ibérico) Zweihänder (germánico)
Longitud típica 1,50–2,00 m 1,50–2,13 m
Peso típico 1–2,5 kg 2–4 kg (hasta 6,6 kg en casos extremos)
Estilo de esgrima Escuela italiana/ibérica: cortes ágiles y giros Escuela germánica: golpes poderosos y apertura de brechas
Uso principal Batalla, control de multitudes, instrucción Batalla (lansquenetes), apertura de formaciones

Terminología: montante, mandoble y espadón

En el vocabulario moderno existe solapamiento: montante es el término históricamente documentado en la península, espadón fue un término de uso más amplio y popularizado luego, y mandoble aludía originalmente al tipo de golpe (un revés poderoso) y solo después pasó a nombrar al arma en lenguaje coloquial.Espadón de batalla del Rey Jaime I de Aragón

Textura cultural y simbólica

Más allá de su desempeño físico, el montante simbolizaba la destreza del maestro y la fuerza del combatiente. Era un emblema en celebraciones, procesiones y en la iconografía bélica. En las escuelas, el arma era tanto herramienta de instrucción como distintivo profesional.

Ejemplos y manuscritos clave

Entre los textos que documentan su uso destaca el Memorial da Prattica do Montante (1651) de Diogo Gomes de Figueyredo y las notas marginals donde aparecen las llamadas «siete reglas» para iniciarse en el arma. Estos escritos muestran un sistema práctico, encadenado y apto para combates asimétricos.

Resuelve tus dudas sobre el montante y su papel en la historia de la esgrima

¿Cuál era el uso principal del montante en la esgrima

El uso principal del montante en la esgrima era combatir múltiples enemigos en situaciones de amenaza asimétrica, manteniéndolos a raya mediante golpes amplios y potentes que negaban el área alrededor del usuario, en lugar de buscar impactos precisos en partes específicas del cuerpo o duelistas individuales. Esto permitía aprovechar su gran alcance y fuerza para controlar el espacio y evitar el contacto cercano con varios adversarios simultáneamente.

¿Cómo se diferenciaba el montante del zweihänder en términos de esgrima

El montante y el zweihänder son dos espadas largas utilizadas en diferentes regiones durante el Renacimiento, pero se diferenciaban principalmente en su esgrima.

  • Estilo de Esgrima:
  • Montante: Su esgrima se basaba en técnicas más similares a las de la escuela italiana, enfatizando movimientos precisos y controlados. La agilidad y la velocidad eran clave, ya que el montante era relativamente ligero en comparación con su tamaño.
  • Zweihänder: Se utilizaba en formaciones de combate para abrir brechas entre las lanzas de los piqueros. Su esgrima se enfocaba en golpes poderosos y cortes amplios, aprovechando su tamaño y peso para derribar adversarios.
  • Posturas y Movimientos:
  • Montante: Implicaba más movimientos ágiles y cortos, con un enfoque en paradas y contraataques rápidos.
  • Zweihänder: Se utilizaba en movimientos amplios y poderosos, aprovechando su longitud y peso para crear brechas en las formaciones.

En resumen, aunque ambos eran espadas largas utilizadas a dos manos, el montante se destacaba por su agilidad y técnicas más refinadas, mientras que el zweihänder era más conocido por su poder y capacidad para generar brechas en el combate.

¿Qué características específicas lo hacían tan ágil a pesar de su tamaño

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¿Qué papel jugó el montante en las batallas de la Edad Media

El montante jugó un papel fundamental como arma de caballería pesada en las batallas de la Edad Media, siendo empleado para aprovechar la fuerza, velocidad e ímpetu de la carga de los caballeros montados, cuya función principal era el choque directo para romper las filas enemigas.

Más exactamente, el montante —un tipo de lanza larga— era el arma principal en la carga con lanza acostada, técnica específica del caballero medieval que consistía en embestir con el arma paralela al caballo para maximizar el impacto y abrir brechas en la formación enemiga. Esto permitía a la caballería pesada ejercer un efecto de choque decisivo, aunque no siempre definitivo, en el campo de batalla. La caballería, aunque no siempre predominante, era el núcleo vertebrador de la mayoría de los ejércitos feudales, y su acción con el montante en la carga representaba el momento clave del combate campal.

Sin embargo, en un contexto más amplio, las batallas medievales no se resumían a la caballería y su montante, pues la infantería y otras armas (como arcos, ballestas y armas contundentes) también jugaron papeles determinantes, y en algunos casos, como en las batallas de Hastings, Crecy o Azincourt, la infantería lograba resistir o vencer a la caballería pesada. La guerra medieval era compleja y la carga con montante era una táctica especializada dentro de un repertorio más amplio.

La caballería pesada era el núcleo vertebrador de la mayoría de los ejércitos feudales, y su acción con el montante en la carga representaba el momento clave del combate.

¿Cómo evolucionó el diseño del montante a lo largo del Renacimiento

El diseño del montante durante el Renacimiento evolucionó integrándose con la lógica geométrica clásica y el uso de órdenes arquitectónicos derivados de la Antigüedad. Los arquitectos renacentistas buscaron la simetría, proporción y armonía, utilizando columnas y arcos de medio punto que armonizaban con los planos estructurales y decorativos del edificio. En particular, el montante se diseñaba con un enfoque en la claridad de la forma y su función como parte de una composición estática y ordenada, que combinaba elementos clásicos como columnas y entablamentos con técnicas innovadoras para resolver soportes y cargas, como en la cúpula de Santa María del Fiore de Brunelleschi.

Esta evolución representó un cambio respecto a los soportes góticos más esbeltos y apuntados, pues en el Renacimiento el montante recuperó el uso de columnas y pilastras clásicas, más robustas y proporcionadas, que además cumplían con canones matemáticos de medida. Estos elementos se convertían en unidades visuales claras, integradas en una estructura geométricamente racional y armoniosa, donde cada parte era reconocible y autónoma, siguiendo una lógica de orden absoluto y permanente.

Tipo Longitud hoja (aprox.) Época Uso táctico
Hispaniensis 60–68 cm Siglos III–I a.C. Versátil: cortes potentes y estocadas en formaciones cerradas.
Hispaniensis
  • Longitud hoja: 60–68 cm (aprox.)
  • Época: Siglos III–I a.C.
  • Uso táctico: Versátil: cortes potentes y estocadas en formaciones cerradas.

Legado y por qué importa hoy

El montante llegó a simbolizar una combinación de fuerza física y maestría técnica. Hoy inspira la práctica de la esgrima histórica y la fabricación de réplicas funcionales y decorativas que rememoran técnicas, proporciones y estética de antaño. Para el aficionado moderno, entender el montante es comprender una parte esencial de la evolución de las artes marciales occidentales.

Si te interesa ver réplicas o modelos inspirados en esta tradición, explora colecciones centradas en espadas a dos manos y modelos históricos; recuerda que muchas réplicas actuales respetan proporciones históricas pero adaptan detalles para un uso seguro en recreación.

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Hoy, la espada montante sigue siendo testimonio de una era en la que la destreza para manejar grandes herramientas de guerra se traducía en prestigio social y eficacia militar. Sus reglas y tratados conservados permiten a los practicantes modernos reconstruir técnicas y revivir la dinámica de un arma que fue, a la vez, brutal y refinada.