La espada de los burgueses presente en sus mejores galas. Procedente de la espada española ropera, esta elegante arma era complemento imprescindible de las vestimentas más caras, lujosas y elegantes de los caballeros, sustituyendo totalmente el estilo de la Edad Media, donde el clasicismo de las espadas las hacía más sobrias y pesadas.
Esta espada será la precursora del actual florete usado en esgrima, revolucionando con su aparición también la forma de lucha usada hasta entonces, primando la inteligencia, la rapidez y el arte, frente a la mera fuerza bruta.
En los siglos XVI y XVII es cuando estas espadas adquieren su mayor apogeo, extendiéndose desde España al resto de Europa, e integrándose en la indumentaria de todo caballero, sujeta por tanto a las variaciones de las modas, de ahí el diseño de su elaborada empuñadura tan barroca y ornamental.